En año electoral y ante posibles cambios políticos y administrativos en nuestro gobierno, es inevitable pensar en la industria del cannabis. ¿Qué necesita el Departamento de Salud, quien regula esta industria, o qué le conviene a la industria durante este periodo? Principalmente, hay tres escenarios a considerar.
Primero, la elección del director/a del Departamento de Salud es estrictamente política y depende de afiliaciones partidistas. Segundo, el nuevo equipo político podría optar por mantener el statu quo en la oficina. Tercero, se puede nombrar a una persona neutral con vasto conocimiento de la industria del cannabis, sin conexiones políticas.
Ante cualquier escenario, es crucial recordar una teoría bien conocida en la administración pública: “Para una administración efectiva, debe existir una separación clara entre la administración pública y la política”. Aunque en Puerto Rico es difícil desvincular completamente estos aspectos, es un ideal al que debemos aspirar.
Dejando a un lado estas alternativas y evitando politizar el tema, es esencial centrarse en las necesidades apremiantes de la industria: Necesitamos que se eliminen del código penal todos los aspectos relacionados con el cannabis. Necesitamos que el Departamento de Salud comience el proceso de apertura para proponer enmiendas al reglamento. Es fundamental garantizar el cumplimiento y realizar auditorías físicas para no perjudicar a aquellos que intentan operar, de manera correcta, a pesar del alto costo de cumplimiento.
Es imperativo que las licencias para pacientes se procesen sin dilación, o al menos dentro del término que exige el ordenamiento.
Además, es esencial que la oficina cumpla con los plazos establecidos en el reglamento para todas las acciones pertinentes, asegurando una ejecución eficiente y razonable.
En fin, independientemente del escenario que se materialice, debemos aspirar a la neutralidad, la pronta ejecución de asuntos, la eficiencia, eficacia, una comunicación efectiva y la disposición para dialogar sobre los aspectos que nos aquejan y sus posibles soluciones. El proceso de mejorar es continuo y es crucial mantener un enfoque comprometido con estos principios fundamentales.
LCDO. GABRIEL SIFRE
@UNAMOÑASINPELO
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